El terrible nombre de “Jartos” hace mucho que dejó de llevarlo únicamente este no menos terrible fanzine. Al poco tiempo de comenzar con el fanzine y pretender ampliar su difusión más allá del instituto, el Parke Norte y los colegas de colegas entramos en contacto con algunas de las distris del entonces en auge circuito de distribución y edición alternativa. Especialmente de música, ¡aquello era una locura!
Ya desde el principio la intención que había no era editar únicamente el fanzine “Jartos de Aguantar” sino que hubo otras pequeñas ediciones paralelas, gracias a los primeros beneficios que iba habiendo (¿beneficios? Sí, joder, los había. Y también entonces pasaba un fin de semana con 200 pesetas. No me preguntes cómo lo hacíamos) y a que conseguimos publicidad de la papelería donde hacíamos las fotocopias. Estas ediciones fueron el cómic “La Guarrada de las Galaxias”, una coña marinera parodiando Star Wars donde los protagonistas eran los compañeros del instituto; e “Historias de amor y guerra”, un relato de ciencia-política-ficción un tanto absurdo pero al que guardo mucho cariño ya que gracias a él pude ir a un viaje de estudios que ha sido de las mejores experiencias de mi vida, pa que veas. Y porque es de lo poco que he escrito de ficción, por cierto. Se editó también el boletín “Pinto Rebelde”, un par de números, uno gratis y otro cobrando. También nos echaron una mano la gente que llevaba entonces la Demencia, regalándonos un buen taco de números de su fanzine “Intifada”.
Retomando lo que son los inicios de Distri Jartos, recuerdo perfectamente, y ahí está una foto que lo ilustra, la primera vez que montamos la distribuidora: en un concierto en Fuenlabrada con los jevis de Shaigon debutando (su cantante es ahora el de los legendarios Saratoga) y los punks Explizits Lyriks. Y la primera referencia musical que tuvimos fue la cinta de “Prozak”, editada por Adiktos al Punk.
En estos inicios fue importantísima la gente del fanzine Ataka. Hace ya bastantes años que perdimos el contacto con estas dos personas que ya están un poquito en la reserva y tal, pero en nuestros inicios en el mundillo de la distribución alternativa fueron todo un apoyo, pasándonos mogollón de contactos, dándonos unas mínimas ideas de cómo funcionar… también, y lo sigue siendo desde entonces, la tienda Potencial HC, que entonces con el boom de la venta de música tanto en casette como en CD sí aceptaba tanto intercambios como dejarte material en depósito que se vendía con bastante rapidez y daba bastante margen de maniobra para editar nuevos números.
Son los tiempos de montar cada domingo en el Rastro de Tirso de Molina (¡éramos capaces de pegarnos el madrugón cada domingo, ir en transporte público y volver a casa a comer!). Así empezamos a tener trato con la gente de la distribuidora anticomercial del Ateneo Libertario de Villaverde, Sur Libertario, y decidimos unir esfuerzos y fusionar ambas distris. En esta época además de editarse el Jartos, nació el fanzine de cómics Komando Kulebro y se editaron un par de dossieres en formato fanzine: “Movimiento Skinhead” y “El Terrorismo anarquista durante la restauración”; y ediciones heredadas de Sur Libertario como disco de Asto Pituak “Un pequeño despiste de cómico”, el libro “Historia de la FAI” y el denominado “libro libre de apoyo a presos” “Extrema indigencia, extrema violencia”.
Lo que pudo haber sido una distri como una catedral, por eso de tener local y la dinámica de trabajo de dos grupitos distintos se nos fue de las manos de lo mucho que empezó a crecer y lo complicado que nos era asumirlo, y eso unido a diversas circunstancias personales y en algún caso también políticas hizo que tuviéramos que dejar la distri. Quizá de un modo un tanto “arrebatado”, hemos de reconocerlo.
JARTOS 2.0
Poco a poco, distri Jartos volvió a surgir del mismo modo que lo había hecho unos años antes: a raíz de los intercambios para mover el fanzine, que en estos momentos era lo único que editábamos. Al principio pues la cosa era un poco de “pillo lo que me mole y me lo quedo pa mí”. Y mira que tampoco es que sacásemos cantidades industriales del fanzine, pero empezábamos a tener bastante material de los intercambios. También gracias a la ayuda del éxito económico (y de público, pero esa es otra historia que contamos después) de las primeras ediciones del “Festival por la Contrainformación” que montábamos junto a Latido de Libertad en el CSOA La Casika de Móstoles nos planteamos con gente nueva volver a tomar el tema en serio, más o menos empezando el año 2006… desde entonces que llevamos sin editar el fanzine Jartos, por cierto, y sin firmar convocatorias bajo este nombre.
Ya fue definitivo que la distri volvía con una segunda etapa cuando surgió el proyecto de la revista Strasse, que supone un pasito adelante y un intento de hacer las cosas de forma más seria y constante. Esto es lo que decíamos en el catálogo que sacamos al empezar la nueva etapa: “Dada la experiencia adquirida en la anterior etapa y apuntando de lo que conocemos de otras distris, no queremos que esta “Jartos 2.0” se nos vaya de las manos, así que en todo momento intentaremos tener una distribuidora pequeña, y cuyos posibles beneficios reporten siempre en nuestra autogestión y en el apoyo a causas en las que creemos (anarquismo, antifascismo...). También en esta nueva etapa vamos a intentar editar más material, nuestra espinita clavada de la anterior. Realmente, en cuanto empiezas a editar material, la forma más cómoda y justa de moverlo es intercambiando con otras distris, así que enseguida te acabas montando otra.”
Y así que empezamos: algunas ediciones DIY como el recopilatorio de hardcore “Gritos Vol. 1” o la demo de “La Pandilla basura”; y coediciones de discos de los que estamos bastante orgullosos pero en cuya edición no participamos más que con una aportación económica: el debut del cantautor “Todo o nada”; el recopilatorio en apoyo a “La Casa del Árbol”, escuela de Albacete; el último disco de Insurgentes “Mensajes de revuelta” (una auténtica joya de hardcore político que ha pasado injustamente desapercibida). Junto a Bajo Cero (ahora Ediciones La Caída, otra gente que nos ha ayudado muchísimo en la segunda etapa de la distri) participamos en la edición y diseño del libro “Palestina. Textos antisionistas” de Agustín Velloso; y ya en este año 2009 hemos participado en el disco de despedido de los Puagh y en el último trabajo de nuestros buenos amigos, casi hermanos, de Caudillo&Carrero. Además de echar una manilla a nuestros también buenos amigos de LSM (con los que la colaboración ha sido mutua en las dos etapas de la distri, no en vano ya participaron en el “primer festival jartos” en junio de 2001).
Aun así, el motor y la cruz, las dos cosas a la vez, de distri Jartos es la revista Strasse. Ella supone la mayor parte del trabajo y a la vez la edición “estrella”. Lo que mejor funciona, pero también lo que mayor inversión requiere.
Pero somos conscientes de que podría funcionar todo muchísimo mejor. Nos falta constancia. Vamos demasiado por arrebatos. El penúltimo de ellos fue la idea de trasladar la distribuidora al PSOA Malaya, centro social desalojado en diciembre de 2008 en plena calle Atocha de Madrid, para que fuera la base sobre la que se levantara el proyecto de librería/distribuidora que se quería hacer en la planta baja. Al final, y no sólo por el desalojo, el proyecto quedó en eso, en proyecto, y nuestra distri bastante aletargada, sólo despertada de cuando en cuando gracias al StrasseTour.
¿Qué pasará ahora que el fanzine Jartos muere? ¿mataremos también la distri? ¿habrá algo similar aún con otro nombre? ¿intentaremos colaborar con otros colectivos similares para ser capaces de funcionar? En casi 10 años no hemos terminado de arrancar nunca, por lo que igual algo inútiles sí somos.
Además, consideramos que el estado de salud de la distribución anticomercial ahora mismo es bastante malo. Las ediciones musicales son, directamente, deficitarias salvo algún bombazo sorpresa. Es lo que tiene internet. Con los libros y la ropa hace falta constancia, pero con un poquito sí se distribuyen bastante bien. Pero poca gente acepta intercambios en este tipo de material. Con los intercambios no haces más que ir acumulando música a la que le va a costar horrores tener salida. Ahora mismo hemos decidido funcionar únicamente por intercambio, hasta que estabilicemos un poco nuestra situación económica. Y nada, a ver qué pasa.